Si uno se analiza a sí mismo, al reírse mueve una cantidad impensada de músculos. Pensemos… claramente, al esbozar una sonrisa, movemos todos los músculos de la cara, cabeza, cuero cabelludo y cuello. A su vez, contraemos desde la panza (abdominales) hasta los pectorales y movemos los brazos como cruzándolos sobre el estómago. Por ende, podemos decir que cuánto más nos reímos, mejor nos hace al cuerpo. Se dice, gracias a nuestros amigos de Wikipedia, que la risa también contribuye a aplacar la ira. Y sí, es lógico… Al reírnos generamos un estado en el humor mucho más relajado y distendido que al estar con ira. Recordemos la última vez que nos reímos… ¿Teníamos en la cabeza todas los problemas que nos aquejaban en ese momento? ¿O justo en esos segundos nos habíamos olvidado de todo, sólo para reírnos? Entonces llegamos a la segunda conclusión: cuánto más nos reímos, más nos olvidamos de los problemas. Podríamos seguir enumerando una tras otra conclusión sobre cosas buenas que produce la risa, pero es preferible hacer hincapié en algo que no se puede escribir… ¿Qué siente cada uno cuando se ríe? Cada uno tendrá una sensación distinta, por momentos de la vida por los que uno pasa, por experiencias previas, o por tomarse la vida de una o tal forma. Pero la risa, tranquiliza. Podés estallar en una carcajada furiosa, pero por dentro sentís la misma paz que hay en altamar en un día tranquilo. Hoy, en el mundo están pasando cosas que antes no se veían. Los seres humanos, a propósito o sin darnos cuenta, estamos matando a los otros seres humanos. Lo peor, es que todos sabemos que esto está sucediendo… ¿Pero eso puede hacer que dejes de reír? ¿Puede ser tan fuerte el sentimiento de la risa que no se pueda aplacar siquiera sabiendo que las personas están matando personas? Vayamos a algo más tangible: un velorio. Siempre está el que hace chistes, y quienes se ríen. Muchas veces, quienes sonríen son las personas más afectadas con esa pérdida. Pero no se puede controlar: la risa es más fuerte. ¡Qué lindo es ver reír a una persona! Hay risas más lindas que otras (a mi gusto, las de pocitos en los cachetes cotizan más que el Euro), y hay risas más normales. Pero cada una de ellas es una risa, una demostración de alegría, de felicidad, de paz, de tranquilidad. Si ves a alguien reír mucho, ¿podrías creer que está pasando por un mal momento en su vida? No, uno no lo puede imaginar, aunque quizá realmente esté pasando por ese mal trance. Pero esa persona igual ríe. Para calmar ese dolor por unos segundos, minutos, horas… Para cargarse de paz y de energías, para juntar fuerzas para salir adelante. Porque todos necesitamos, alguna vez, juntar fuerzas para poder seguir. Y la risa es el principal recolector de energías que puedo conocer. Pero… ¿por qué nos reímos? ¿Por qué ni siquiera en los peores momentos de la historia de la humanidad el ser humano ha dejado de hacerlo? PORQUE LO NECESITAMOS. Necesitamos de la risa. Desde los bufones de la Edad Media, a los más modernos Mimos y Payasos. Desde el mudismo de Chaplin hasta el histrionismo vulgar de Krusty. Siempre la humanidad necesitó reír. Porque puede haber chistes racistas, en contra de alguna sociedad bastardeada, en contra de una religión o un partido político. Pero la risa no le escapa a nadie. Es como respirar. No importa tu color de piel, tu idea política, tu religión o tu edad: todos reímos. Por la risa se unen grupos de personas. Por la risa se generan las más grandes historias de amor. Por la risa pudieron ser pulidas muchas diferencias entre personas. Por la risa la vida es más linda. Por la risa soportamos lo que vivimos. Por la risa perdonamos y nos equivocamos. Por la risa confiamos y triunfamos. Entonces, vamos a reír. ¿O acaso no es esto que nombré en el texto lo que buscamos todo el tiempo?~ :)